Aprende a vivir tu propia historia: ¡VALE LA PENA!

file5891241572285El pasado lunes, de madrugada, se marchó un amigo entrañable de la infancia: Miguel Lluch Baixauli, sacerdote y sobre todo amigo.

Ya en el colegio, siempre congeniamos.

Comenzó la carrera de derecho, donde le seguimos muchos, contagiados por su personalidad arrolladora. Sin embargo él tenía una vocación distinta y clara y en tercero se pasó a historia: su verdadera pasión.

En el recuerdo de todos los amigos del colegio permanecen vivas sus historias de miedo. Las contaba como nadie. Le ponía tal pasión a su relato que era imposible no vivirlo desde dentro.

El miedo le apasionaba. Lo miraba siempre a la cara, lo dejaba pasar a su interior, lo sentía como nadie para superarlo y convertir la adrenalina que lo causa, en un motor de su vida: ¡A TOPE! Decía que había que vivir cada momento.

Luego vino la llamada al sacerdocio. La entrega de sí mismo a los demás. Y dijo SI. Si con mayúsculas y a cada instante de su vida.

En una de sus cartas escribía:

«Hay dos modos de vivir la vida: dejarse llevar por los acontecimientos que nos envuelven hacia una dirección desconocida o vivir nuestra propia historia en medio de unos acontecimientos que tienen el sentido que nosotros queramos darles»

Para vivir así, lo primero que necesitas es definir tu propia historia. Diseñar lo que quieres hacer con tu vida a largo plazo. Soñar. Ilusionarte por aquello que te apasiona y dar un paso en la dirección soñada.

Luego tienes que planificar tu vida a medio plazo. Ponerte una meta cada año que ilusione que te cueste, superando las dificultades en la dirección soñada.

Así llegas a vivir tu  historia cada día, cada momento, recibiendo los zarpazos de la vida: “en medio de unos acontecimientos que tienen el sentido que nosotros queramos darles”.

Ahí es donde te azota el miedo y te hace perder el rumbo de tu destino. Ahí es cuando te hará sentir solo. Y te duele el miedo.

¿Sabes que es el miedo?

Es una respuesta de tu cerebro ante una situación que tú, consideras peligrosa. Es una sacudida de adrenalina que sirvió a tus ancestros para sobrevivir: te prepara para huir o para luchar.

Hace miles de años causaban miedo los peligros esenciales de la vida: las fieras, las luchas… los peligros eran detectados por la mente del ser humano como anticipación del riesgo.

Hoy la mente sigue funcionando igual, pero hemos cambiado la percepción de los peligros. Hoy sientes miedo por cosas que a tus ancestros les provocarían risa: perder un juicio, tu trabajo, el dinero…

A veces el miedo se esconde detrás de los acontecimientos: tu miedo a perder un juicio como abogado puede esconder el miedo a celebrar un juicio que no has preparado debidamente, a tu responsabilidad profesional, a hablar en público, al ridículo.

Saber a qué tienes realmente miedo, es el primer paso para enfrentarte a él y luchar.

Después viene el aceptarlo, dejarlo pasar, reconocerlo.

Así podrás utilizarlo, emplear la agilidad mental que te provoca, adueñarte de esa sensación y convertirla en herramienta poderosa para triunfar, convertir la experiencia en tu destreza. Y sin apenas darte cuenta, tu miedo se convertirá en tu mejor aliado.

Vivir la vida conscientemente es vivir tu propia historia. De ti depende el sentido que le quieras dar a los acontecimientos que te envuelven. Eso me enseño mi amigo Miguel. Y te puedo asegurar que lo sigue haciendo.

La otra noche soñé con él. No recuerdo donde estábamos, pero sí recuerdo claramente su sonrisa socarrona de medio lado, serena, capaz de transmitir esa alegría contagiosa por la vida y llena de paz al mismo tiempo.

Solo me dijo una cosa: ¡VALE LA PENA!

  Gracias Miguel.  

5 Comments

  1. Hola Saturnino, siento mucho la perdida de tu amigo, y gracias por compartir tu experiencia y tus sentimientos. Y gracias por ese espíritu de positivismo y aliento que siempre nos transmites en tu blog. A mi personalmente me llena de energía y ganas de hacer cosas, aunque a veces quiero hacer tantas que me pierdo jajajaja. Un abrazo grande. Hasta pronto!!

    Me gusta

  2. Gracias Saturnino, es un verdadero placer leerte. No es fácil encontrar conciencia en nuestro mundo jurídico! Te animo a seguir haciéndolo, a seguir siendo tú! Un abrazo Rosa

    Me gusta

  3. Hola Saturnino. Acabo de empezar mi blog y como absoluto novato, acabo de dar con el tuyo, en busca de inspiración. Me ha encantado la energía que desprende cada entrada. Sobre todo esta. Un saludo, compañero.

    Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.